Últimas noticias

Inicio

5

Prensa

5

Nota

Esta enfermedad afecta a más de 250 millones de personas en el mundo y cada año se producen 1,2 millones de nuevas infecciones. El tipo B y C son los más peligrosos por su carácter crónico. Si bien cualquiera puede contraerla, hay grupos especialmente vulnerables. ¿Qué medidas deben tomarse para evitar su contagio?

Cada 28 de julio se conmemora el Día Mundial contra la Hepatitis, una fecha impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el objetivo de visibilizar esta enfermedad silenciosa que afecta a millones de personas en todo el mundo.

La hepatitis es una inflamación del hígado que puede tener diversas causas, pero las más comunes son las infecciones virales. Según la OMS, se estima que 254 millones de personas padecían una infección crónica por el virus de la hepatitis B en 2022, y que cada año se producen 1,2 millones de nuevas infecciones, muchas sin saberlo, lo que convierte a esta enfermedad en un desafío urgente para la salud pública global.

“Existen cinco tipos principales de hepatitis viral identificados como A, B, C, D y E. Cada uno tiene distintas formas de transmisión y niveles de gravedad. La hepatitis A y E se transmiten generalmente por el consumo de alimentos o agua contaminada, mientras que la B, C y D se transmiten por contacto con sangre infectada u otros fluidos corporales. De estos, la hepatitis B y C son las más peligrosas, ya que pueden volverse crónicas y desencadenar cirrosis o cáncer de hígado. En muchos casos, los síntomas son leves o inexistentes, lo que dificulta su detección temprana y tratamiento.” explicó Ricardo Tapia, médico familiar del CMC Salta de Boreal Salud (MP 4288).

Si bien cualquier persona puede contraer hepatitis, ciertos grupos tienen mayor riesgo. Entre ellos se encuentran personas que reciben transfusiones de sangre o tratamientos de hemodiálisis, aquellos con múltiples parejas sexuales sin protección y quienes viven en zonas con condiciones sanitarias precarias. Además, los bebés nacidos de madres infectadas con hepatitis B también corren alto riesgo si no reciben vacunación temprana.

  • Afortunadamente, existen diversas formas efectivas para prevenir la hepatitis:
  • Vacunación: aplicarse las vacunas disponibles, especialmente contra la hepatitis A y B.
  • Higiene personal: lavarse las manos regularmente y evitar el consumo de agua o alimentos contaminados.
  • Uso de preservativos: durante las relaciones sexuales para prevenir infecciones por transmisión sexual.
  • Evitar compartir objetos personales: como cepillos de dientes, jeringas o elementos cortopunzantes.
  • Chequeos médicos periódicos: realizarse análisis para la detección temprana, especialmente si se pertenece a un grupo de riesgo.

“La vacunación representa uno de los pilares fundamentales en la lucha contra la hepatitis. Gracias a ella, millones de vidas han sido salvadas y muchas infecciones han sido prevenidas. No obstante, la prevención no se limita a la inmunización; también implica educación, diagnóstico temprano, acceso al tratamiento y la promoción de prácticas seguras tanto en el ámbito médico como personal. Cada acción individual puede marcar la diferencia en la lucha global contra la hepatitis.” agregaron desde Boreal Salud.

El Día Mundial contra la Hepatitis no solo invita a reflexionar, sino que también impulsa a la acción colectiva para luchar contra esta enfermedad. Esta jornada brinda una oportunidad única para reforzar campañas informativas, facilitar el acceso a pruebas gratuitas, promover la vacunación masiva y motivar a los gobiernos a establecer políticas de salud más inclusivas y efectivas.

Fuente: EL CHORRILLERO

Compartir