Los tratamientos antirretrovirales han transformado al VIH en una enfermedad crónica manejable, mejorando la calidad y esperanza de vida.

El 1 de diciembre se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el VIH, una iniciativa promovida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 1988. Este día tiene como objetivo sensibilizar a la población sobre la prevención, el diagnóstico temprano y el tratamiento del virus de inmunodeficiencia humana (VIH). Este virus, que ataca el sistema inmunológico, debilitando las defensas del organismo, puede progresar hacia el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), por lo que a través de campañas globales, se busca generar conciencia y reforzar el compromiso colectivo para prevenir esta enfermedad.

En Argentina, el acceso a tratamientos antirretrovirales (ARV) ha registrado avances significativos en las últimas décadas. A principios de los años 90, los medicamentos eran costosos, complejos de administración y de efectividad limitada. Actualmente, un programa estatal garantiza la prestación gratuita de estos tratamientos, mientras que las obras sociales y prepagas los cubren al 100%. No obstante, persisten desafíos relacionados con la sostenibilidad de estas políticas, especialmente en la provisión continua de medicamentos.

Asimismo, en el país las pruebas de detección del VIH también han mejorado en accesibilidad y frecuencia, ya que las mismas son gratuitas, confidenciales y voluntarias, disponibles en hospitales y centros de salud públicos. Personas desde los 13 años pueden acceder a ellas gracias al principio de autonomía progresiva establecido en el Código Civil. Además, no requieren ayuno ni autorización parental, lo que fomenta su realización temprana y frecuente. Estas pruebas son esenciales para un diagnóstico precoz que permita iniciar tratamientos oportunos y prevenir nuevas infecciones.

“Los avances en tratamientos antirretrovirales han transformado al VIH en una enfermedad crónica controlable. Hoy, la mayoría de los esquemas consisten en una tableta diaria, simplificando el cumplimiento. Estos tratamientos no solo han prolongado la esperanza de vida de las personas que viven con VIH, sino que han mejorado su calidad de vida. Además, al mantener una carga viral indetectable durante al menos seis meses, las personas no transmiten el virus a través de relaciones sexuales, un concepto conocido como «indetectable es igual a intransmisible» (I=I), que refuerza la prevención.” explicó Mauricio Herrera, especialista en infectología de Salud Boreal (MP 4604).

El uso correcto y consistente de conservantes sigue siendo una de las estrategias más efectivas para prevenir el VIH. Estos protegen durante las relaciones sexuales vaginales, anales y orales, siendo el único método anticonceptivo que previene tanto el VIH como otras infecciones de transmisión sexual (ITS). Aunque la información es ampliamente conocida, es fundamental mantener campañas educativas que promuevan su uso adecuado, reduciendo así el riesgo de transmisión en todas las edades y contextos sociales.

“Otra herramienta clave en la prevención del VIH es la profilaxis preexposición (PrEP), un medicamento antirretroviral diseñado para personas en riesgo de exposición al VIH. Disponible en el sistema público y privado de Argentina, la PrEP reduce significativamente la probabilidad de infección cuando se toma regularmente. Sin embargo, no protege contra otros ITS ni embarazos, por lo que debe complementarse con el uso de conservantes. Paralelamente, la educación sexual integral es indispensable para abordar mitos, promover prácticas seguras y empoderar a las personas en la toma de decisiones informadas.” Agregaron desde Boreal Salud.

Concientizar sobre la prevención del VIH es una responsabilidad que debe ser compartida entre el sector público y privado. Desde campañas masivas hasta programas educativos en comunidades, cada esfuerzo cuenta para reducir el estigma, fomentar la detección temprana y garantizar el acceso al tratamiento. La lucha contra el VIH requiere compromiso constante, innovación en estrategias de prevención y un enfoque inclusivo que asegure la participación de todos los sectores de la sociedad.

Fuente: Zona Norte Visión